El cambio climático en México ha generado impactos tangibles que afectan profundamente al país, y las cifras concretas revelan la gravedad de la situación. Durante el último siglo, México ha experimentado un aumento promedio de 0.85 grados Celsius en las temperaturas, según datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). Este incremento térmico ha desencadenado eventos climáticos extremos, incluyendo huracanes y sequías, que han devastado comunidades y recursos naturales. Entre 2000 y 2019, México ha sido golpeado por 53 huracanes de categoría 4 y 5, un fenómeno que está intrínsecamente ligado al cambio climático.
La disponibilidad de agua dulce en México se ha visto significativamente afectada debido al cambio climático. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) estima que el país ha perdido alrededor del 20% de su suministro de agua dulce debido a la desertificación y la sobreexplotación de acuíferos. Esta disminución en el recurso hídrico tiene graves implicaciones para la agricultura, que depende en gran medida del agua para la producción de alimentos. De hecho, CONAGUA también señala que el cambio climático ha reducido la disponibilidad de agua para la agricultura en un 10% en los últimos años.
Otro aspecto crítico es la amenaza que el cambio climático representa para la biodiversidad mexicana. Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), al menos el 70% de los ecosistemas en México están en riesgo debido a los cambios climáticos. Datos alarmantes indican que aproximadamente el 10% de las especies de plantas y animales en México enfrentan un alto riesgo de extinción debido a la pérdida de hábitat y a los cambios en los patrones climáticos. Esta situación subraya la urgencia de tomar medidas efectivas para proteger la biodiversidad única del país.
En conclusión, las cifras concretas sobre los efectos del cambio climático en México evidencian la necesidad apremiante de acciones coordinadas a nivel nacional e internacional para mitigar sus impactos y promover la adaptación sostenible. La protección de los recursos naturales y la biodiversidad, así como la implementación de políticas y medidas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, son fundamentales para enfrentar este desafío global y salvaguardar el bienestar futuro de México y del mundo entero.